February 24, 2016

Gig Review PRIMORDIAL + FOSCOR + FROZEN DAWN – Sala Penélope (Madrid) – 13/02/2016 by Empire Zone Magazine (Spanish)



Enlace al artículo: http://empirezone.es/2016/02/22/primordial-gano-la-batalla-en-madrid/

Sábado de frío y lluvia en Madrid para recibir en la sala Penélope la única visita de los irlandeses Primordial en la península, quienes serían cabezas de cartel la noche anterior en el festival portugués “Under the doom” realizado en el RCA Club de Lisboa.
A las 20:00 de la noche, aún con la sala Penélope desolada y bajo un gran telón con el logo de la banda, salían los locales Frozen Dawn a escena para presentar los temas de su último “Those of the cursed light”, editado en 2004 por X-treem Music. Lo de esta banda es Black/Death melódico con una carga importante de energía en directo aportada en gran medida por “Grinder”, guitarra y vocalista de los madrileños, quien soporta el mayor peso en los directos. A medida que fueron desgranando temas también de su primer trabajo “The old prophecy of winterland”, Penélope empezó a adquirir un aspecto digno para la siguiente descarga.
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Los barceloneses Foscor, viejos conocidos por la comunidad extrema madrileña, volvían a la capital para volver a representar en su totalidad “Those Horrors Whiter”, obviando cualquier reminiscencia del pasado, algo que todavía, a día de hoy, echamos de menos. A buen entendedor, pocas palabras bastan, dicen…
A Fiar le vimos esta vez mucho mejor vocalmente y más confiado sobre todo en las voces limpias y eso se notó durante toda la representación. Entre la penumbra y luces azules, la banda fue desgranando “Those Horrors Whiter” de principio a fin, apuesta a ciegas de la banda por la que tanto están luchando y defendiendo a capa y espada, digan lo que digan. Impecable descarga de black/post/metal que animó y convenció a muchos, solo había que fijarse en la cantidad de público que se acercó para hacerse con algo de merchandising al finalizar su actuación.


Con un cuarto de hora de retraso, Primordial asaltaban la capital, ya con una sala rozando las doscientas personas, suficientes para encontrar el calor que la banda necesitaba. Sonaba grabada a modo de introducción la versión del tema “Dark horse on the wind” original de Liam Weldom grabado por la propia banda para el recopilatorioOne and all, Together, For One”, que rendía homenaje a la música tradicional irlandesa en el que también colaboraron bandas como Kampfar, Winterfylleth o Drudkh, entre otros.

La atención, como no podía ser de otra manera, la acaparó su vocalista Alan Nemtheanga, quien no dejó de animar y provocar a las primeras filas a darlo todo a cada señal suya. Con el ya conocido guerrero grito de “Are you with us?” La banda dio inicio con “Where greater men have fallen”, metiéndose al público en el bolsillo desde el primer tema. No hay muchas bandas que suenen tan compactas, épicas y arraigadas a su tierra llevando por bandera su república y su folclore, es por ello que es toda una experiencia ver a los irlandeses sobre un escenario, que ganan aún más en vivo respecto al estudio.


El protagonismo se lo volvieron a llevar “Where greater men have fallen” y “To the nameless dead”, de los cuales centraron gran parte del repertorio. A medida que el show iba avanzando, Alan bebía y bebía más vino a morro de una botella que bajaba a la velocidad de la luz y que le ayudó a darlo todo más aún si cabía. En el repaso a “To the nameless dead”, “Traitors gate” sonó más blackmetalera que nunca, logrando que todo el público cabeceara salvajemente a la vez, mientras que con la épica “As Rome burns”, los puños en alto fueran los que sobresalieran por encima de nuestras cabezas y gritando eso de “Sing, sing, sing to the slaves that Rome burns!”. La banda, con la sobriedad que le caracteriza encima de un escenario pero con una presencia que a muchos les gustaría poseer, encaraba la recta final con ese himno como es “The coffins ships” que puso la piel de gallina con un Alan totalmente desbocado cual soldado en la Batalla de Kinsale.


La folclórica “Heathen tribes” y su inicio a lo Running Wild y la esperada por todos “Empire falls” que supo a poco, puso punto y final a una hora y media de himnos épicos, y que si hubiera sido por Alan hubieran seguido, algo que denegaron desde la dirección de Penélope. Así que ni bises ni nada, descarga de un tirón y a cenar algo con la sensación de haber vivido un gran concierto de esos que quedan en la memoria durante años. ¡Larga vida a Primordial!


Texto: Jero García
Fotos: Irene Serrano